QUIEN TIENE EL CONOCIMIENTO, TIENE EL
PODER
En el universo, hay
un componente en la mente de las personas, éste dice cuando y como realizar
actividades propias de un tema o pensamiento específico y se le conoce como
Conocimiento; (es un conjunto de información almacenada mediante
la experiencia o el aprendizaje, o a través de la introspección).
Para el filósofo
griego Platón, el conocimiento es
aquello necesariamente verdadero (episteme). En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad
de las situaciones, por lo que forman parte del ámbito de lo probable y de lo
aparente.
El conocimiento tiene su origen en la percepción sensorial, después
llega al entendimiento y concluye en la razón;
se dice que éste es una relación entre un sujeto y
un objeto. El proceso del
conocimiento involucra cuatro elementos: sujeto, objeto, operación y representación interna.
La ciencia considera que, para alcanzar el conocimiento,
es necesario seguir un método. El conocimiento
científico no sólo debe ser válido y consistente desde el punto de
vista lógico, sino que también debe ser probado mediante el método científico o experimental.
La forma sistemática de generar
conocimiento tiene dos etapas:
la investigación básica, donde se avanza en la
teoría; y la investigación
aplicada, donde se aplica la información.
Cuando el conocimiento puede ser
transmitido de un sujeto a otro mediante una comunicación formal, se habla
de conocimiento explícito. En
cambio, si el conocimiento es difícil de comunicar y se relaciona a
experiencias personales o modelos mentales, se trata de conocimiento implícito.
¿Cómo se adquiere el
conocimiento?... La experiencia demuestra y la teoría confirma que el
conocimiento se adquiere a través de la práctica, entendida esta en su sentido
amplio, mediante la participación de los individuos en las diferentes formas
que adoptan la actividad y la comunicación.
En este sentido, son conocidas
las palabras de Lenin al afirmar: “de la contemplación viva el pensamiento
abstracto y de este a la práctica tal es el camino dialéctico del conocimiento”.
En el quehacer cotidiano de las
personas, en su relación con otros individuos y con la diversidad de objetos de
la realidad, cada uno va reflejando en su mente dicha realidad, “va adquiriendo
conocimientos”.
Cuando un niño o niña nace,
carece de conocimientos. Éstos se van
obteniendo a través de su relación con los objetos y con las demás personas.
La variedad de conocimientos que
son posibles de adquirir suelen clasificarse según el modo de adquisición y el
grado de esencia que contiene en conocimientos cotidianos y conocimientos
científicos.
Como la palabra indica, el
conocimiento cotidiano es aquel que se adquiere en las acciones que se realizan
a diario, en el trabajo, en el deporte, en la recreación, entre otros; es decir
que realizando acciones cuyo objetivo fundamental no es la adquisición de
conocimientos sino otro, y los conocimientos resultan ser un producto
secundario de la actividad o la comunicación, que se logran algo así como “sin
querer”.
El conocimiento científico es el resultado de la
aplicación consecuente de un método especial que algunos llaman “método
científico”, el cual posee como elementos esenciales, la observación
intencionada y minuciosa (de fenómenos, objetos, procesos, entre otros), la
formulación de problemas e hipótesis, la creación de modelos y su estudio, la
experimentación y la revisión, análisis y síntesis meticulosas de la
información existente sobre el objeto que se investiga, el cual tiene como fin
explicar (revelar las causas, la esencia) de la realidad que se investiga.
Cito algunos sabios:
Aristóteles decía: “los grandes conocimientos,
engendran las grandes dudas”. Una frase sabia y sorprendentemente amplia, pues
incita a seguir estudiando, cuyo sinónimo es conocimiento.
Ben Jonson expresó: “El conocimiento es como el fuego, que primero
debe ser encendido por algún agente externo, pero que después se propaga por sí
solo”. El conocimiento lo despierta
las ganas de saber el porqué de las cosas, una duda enciende la chispa y esa
enciende varias antorchas.
El conocimiento, puede ser usado con fines benignos
o malignos, ya que, es aplicable a todos los ámbitos en los que se desenvuelve
el ser humano (religioso, político, tecnológico, entre otros).
Está claro que el
conocimiento en este mundo se está acelerando de forma fantástica, porque los
inteligentes y versados nunca están plenamente satisfechos, pero, aun así, el
éxito de ellos ha sido muy notorio, tanto para el bien, como para el mal de la
humanidad.
En 1184, al sur de Francia, con fines de suprimir
la herejía, se asesinada en nombre de Dios, ocasionando así, un régimen
religioso único, abusando del poder y la autoridad divina, celaban las
escrituras bíblicas, negando de esta forma la iglesia católica a los fieles.
“Conocimiento resguardado + tiranía=Poder”.
¿El Conocimiento es igual a poder?, el ser humano
desde sus inicios en la tierra fue dominando elementos tales como: piedra,
bronce, al llegar a una fundición de metales, dominando el arco con la espada,
de ahí, avanzó en procesos matemáticos y astronómicos, estos avances
posicionaron gobernantes religiosos y guerreros los cuales tenían el juicio
sobre las personas que no conocían de ello.
Durante los
primeros mil años de nuestra era el conocimiento de la escritura, del método de
obtención del papel, los conocimientos matemáticos, astronómicos y
astrológicos, fisiológicos y químicos, todos bajo el naciente poder la Iglesia
y de algunos gobernantes, reunió casi todo el dominio de los hombres del mundo
conocido bajo las batas de la Iglesia cristiana y la fe musulmana.
En tanto en tierras
de América, todavía desconocidas para los europeos, el conocimiento aprehendido
por los sacerdotes mayas y aztecas, los ubicaba en la cima del poder, junto a
los Emperadores, hasta el momento en que estos se declararon también Sumos
Sacerdotes y ocuparon los más altos cargos religiosos y estatales. Solo ellos
conocían las fechas exactas para las siembras, de las grandes lluvias, de los
solsticios y eclipses. Esto le permitía dominar fácilmente a los millones de
“indios” carentes de estos conocimientos.
Con la llegada de
la revolución industrial entre el siglo dieciocho y diecinueve, los europeos
dominaron con maquinarias a vapor, impulsando a los militares para realizar
avances en armamento. Posicionando estrategas milicianos como Adolf Hitler,
entre otros.
Al finalizar la
Segunda Guerra Mundial recibieron en su territorio a cientos de científicos
nazis que más tarde trabajaron en su beneficio. Algunos de estos fueron
miembros claves del proceso de desintegración del átomo, fundamento para la
construcción de la bomba atómica.
En los años sesenta y setenta, la red de computadoras que
interconectaban a los científicos de algunas universidades americanas se
convirtió en el fenómeno militar conocido como ARPANET, padre de la Internet
actual.
En el siglo
veintiuno, los que dominan, son los que tienen avances tecnológicos superiores,
llevando la cabecera en el mercado, las fuerzas armadas y la política.
El conocimiento tiene diferentes ventajas, no se
acaba, no se puede robar, no se puede negar, es constante y no termina. El uso
del mismo, determina el fin de la existencia del ser humano.
Marlon Hil :3
Dos esencias, una lleva a la otra...
ResponderEliminar¿Se ve en la actualidad?_____ Es para pensar :3
Ufff me encanto esta reflexión, estoy de acuerdo contigo en que el conocimiento y el poder van ligados, y me atrevería a decir que para crear mayor conciencia, las personas debemos acercarnos mas al conocimiento, de lo contrario seguiremos bajo las mismas condiciones de dominación y manipulación.
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