Lo
Bello y Lo Sublime
Los
seres humanos, definen bello a algo agradable a la vista, “Bonito, o como
llaman algunos: es Bien…”. Sublime, se lo definen como algo de alto rango,
superior a un objeto o suceso determinado. Cabe destacar, que el concepto de
“sublime”, fue descubierto en el Renacimiento, y gozo de amplia popularidad en
el Barroco. Cito al pensadores reconocidos: Platón: “lo bello es lo que causa placer y agrado; lo bello es un
atributo inmanente en las cosas; lo bello es una apariencia; lo bello es una
realidad absoluta; lo bello es casi una especie del bien y se funda en la
perfección”... Diderot:
"Bello fuera de mí es todo lo que contiene en sí algo que suscita en mi
entendimiento la idea de relaciones, y bello con relación a mí todo lo que
suscita esta idea"; E. Burke: “la belleza es un instinto social”;
Hutcheson: “la belleza es una realidad perceptible mediante un sentido especial
que no exige razonamiento o explicación”; lo Kant: “bello es lo que agrada
universalmente y sin necesidad de concepto: finalidad sin fin”
Según la R.A.E.:
Bello/lla.
(Del lat. bellus).
Sublime.
(Del lat. sublīmis).
1. Adj. Excelso,
eminente, de elevación extraordinaria. U. m. en sent. Fig. A cosas
morales o intelectuales. Se dice especialmente de las concepciones mentales y
de las producciones literarias y artísticas o de lo que en ellas tiene por
caracteres distintivos grandeza y sencillez admirables. Se aplica también a las
personas. Orador, escritor, pintor
sublime.
Los
griegos decían que el estereotipo de belleza femenina era una mujer que, debía
de tener “la nariz 1/2 más corta que el dedo índice, medir 5 veces la longitud
de su tibia, usar una talla de zapatos más corta que sus 2 manos juntas y tener
unos ojos del color contrario al de su piel”. De esta manera, la belleza se
encontraba en una serie de normas preestablecidas, sin tener en cuenta el
aspecto interior. Si pasamos de los griegos, a los bárbaros, quizás el
estereotipo de belleza está más cambiado. De hecho lo está y podría ser sin
ningún problema, que una mujer bella fuese una torre de 2 metros, que pudiese
ser capaz de lanzar una lanza a más de 60 metros sin realizar un gran esfuerzo
y de ser la mejor cocinera del poblado. Todas estas percepciones han sido radicalmente
cambiadas. En la actualidad, una mujer bella, es un individuo, que sin ser una
modelo de 1,85, con medidas de 90 - 60 - 90, “supina.” Ejemplo: “En la calle se
ve un hombre tocando bajo, y el común de las personas dicen que ¡Estamos llenos
de vagos!”, pero “se equivocan, puesto que esa persona puede ser un ingeniero,
un escritor reconocido, o un poeta. Lo mismo pasa con las percepciones de lo
bello y lo sublime.
Existe
algo que es lo sublime. La sociedad califica que lo bello es lo femenino y lo
sublime es lo masculino. Lo sublime es lo grandioso, majestuoso, espléndido, y
en la mayoría estas cualidades hacen
referencia al hombre.
Kant,
propone cuatro fragmentos. Según que sentimiento y sobre qué objeto recae dicho
sentimiento:
·
Sobre los diferentes objetos del sentimiento bello
de lo sublime
·
Acerca de las propiedades en general de lo sublime
y de lo bello en el hombre.
·
Acerca de la diferencia de lo sublime y de lo bello
en relación recíproca de ambos sexos.
·
Acerca de los caracteres nacionales en cuanto se
apoyan en el sentimiento diferenciador de lo sublime y de lo bello.
Sobre
los diferentes objetos del sentimiento bello y de lo sublime, Kant habla sobre
los insultos, las críticas, acerca de las diferentes sensaciones. El autor deja
bien claro antes de empezar con el tema en serio, que lo que para unos es
bello, para otros puede ser repugnante, y lo que para unos es noble, para otros
pueden ser esperpentos.
Kant
deja claro que está haciendo estas comparaciones desde un punto de vista de
observador, y no filosóficamente. Según esto, lo bello y lo noble no pueden
convivir dentro de un mismo concepto, es decir, o un objeto/persona, es noble,
o es bella. Lo que no puede ser, es ambas atribuciones. Lo noble (sublime) para
Kant conmueve, mientras que lo bello encanta. De esta manera, las altas encinas
y las
En los humanos, las personas altas, con
semblante rígido son seres sublimes, nobles, mientras que las personas bajas
con carácter de confianza elevada, son bellas. Los colores oscuros son nobles, mientras
que lo colores claros dan una sensación de vida, de belleza, por lo que son
bellos. Lo sublime, dice Kant: “tiene que ser grande, con pocos adornos, más
bien tirando a austero”, mientras que lo bello, “ha de ser pequeño, lleno de
adornos y detalles”. De este modo, una pirámide Egipcia es sublime, porque es
de tamaño proporcional y tiene pocos adornos, mientras que lo bello
correspondería más a la basílica de San Pedro, que pese a ser buen tamaño y
majestuosa, está llena de adornos, realizados con materiales como el otro; Por
lo tanto es bello.
Todas
estas percepciones han sido recogidas desde el punto de vista de observador.
Acerca de las propiedades en general de lo sublime
y de lo bello en el hombre. Kant decía que: “el entendimiento es
sublime, mientras que el ingenio es bello”. “La audacia es sublime y “enorme”,
mientras que la astucia es pequeña, por lo tanto bella. La veracidad y la
sinceridad son sencillas y nobles.” Dice que: “lo sencillo es lo bello, lo
grandioso es lo sublime”. Por otra parte, La gentileza es escasa, por lo tanto
bella, mientras que diligencia en el servicio es noble.
En
cuanto a las emociones, según sean bellas o sublimes, se pueden encontrar a dos
tipos de seres: los que buscan compañeros que sean fieles, amables y divertidos,
en ellos predomina el sentimiento de lo bello. Por el contrario, las personas
que buscan ambición y recompensa, tienen un marcado sentimiento hacia lo
sublime. Cuando hay quienes que buscan todo eso junto, esas personas tienen un
carácter más hacia lo sublime que a lo bello.
Cito
a Kant: “Las mortificaciones, los votos y algunas otras virtudes monacales, son
esperpentos. Huesos de santos son esperpentos… Los cuentos de hadas del frenesí
francés, son los esperpentos más miserables que nunca se hayan imaginado”. Esto
tiene que ver con la crítica que hace al mundo actual. Hay que tener en cuenta
que Kant es uno de los principales filósofos que ha habido, y generalmente casi
la mayoría de los filósofos/as que hay o que ha habido han tenido y han
manifestado las ideas “generalmente radicales”.
Acerca de la diferencia de lo sublime y de lo bello
en la relación recíproca de ambos sexos, Kant confunde un poco al lector porque no dice con claridad lo que
parece bello para el sexo masculino del femenino ni viceversa. Sin embargo hay
varias cualidades que las deja especialmente claras. La mujer para ser o
parecer bella ha de ser refinada, debe de cuidar sus modales, debe de ser una
señora ante cualquier ocasión. Una señora no puede hacer el mal, no por motivos
religiosos, sino porque el mal es desagradable.
Kant
expone los grados de belleza de una mujer, si una mujer tiene unas facciones de
la cara, que no son “feas”, entonces es una mujer bonita. Si esas facciones,
empiezan a ser mejoradas, se dice que la mujer es agradable. Pero si ese
rostro, es una cosa del otro mundo, entones tiene el tercer grado, el de
encantadora, el segundo grado, suele ser menos conocida, pero en general hay
varias características comunes a todas las mujeres. En cuanto al hombre, éste
ha de ser noble y sabio. También tiene que ser hombre de palabra.
Acerca de los caracteres nacionales en cuanto se
apoyan en el sentimiento diferenciador de lo sublime y de lo bello; Kant
expresa en cuanto al
sentimiento de lo bello según nacionalidades. Pone ejemplos de países, como
Francia o Italia en el que lo común está caracterizado por el sentimiento hacia
lo bello. Sin embargo, Inglaterra, España o Alemania el sentimiento común son
hacia lo sublime. El español es serio, callado y veraz. Hay pocos comerciantes
en el mundo más nobles que los españoles. Tienen un alma orgullosa y más
sentimiento para las acciones grandes que para las bellas. Puesto que en su
idiosincrasia hay poco de benevolencia bondadosa y suave, muchas veces es duro,
incluso hasta cruel. El autor se refiere de ésta forma a varias nacionalidades.
Si
llamamos algo, no solamente grande, sino absolutamente grande, sobre toda
comparación, ahí tenemos lo sublime; sublime, es aquello en comparación con lo
cual, toda otra “situación, objeto, persona”, es pequeña; de aquí se sigue que
lo sublime no puede hallarse en cosas de la naturaleza: ¿Porque?, se piensa en
el objeto más grande de la experiencia subjetiva, por grande que sea, sería
fácil reducirlo a algo infinitamente pequeño, si lo consideramos en otra
relación, e igual con algo muy pequeño, si lo juzgamos con estándares más
pequeños, ese objeto pequeño podría ampliarse al tamaño de un mundo.
Dice
Kant, que los telescopios han proporcionado experiencias del primero y los microscopios experiencias del segundo.
Considerado así, nadie puede ser objeto
de los sentidos puede llamarse sublime, más bien, lo que señala la experiencia
sublime, es algo sobre la propia naturaleza humana.
Kant
habla sobre la cuestión de medición de magnitudes, dice que hay dos formas de
estimar una magnitud: la matemática y la estática, cuando se busca la magnitud
de algo utilizando conceptos numéricos, se hace de forma matemática. Cuando se
hace por intuición, (con el ojo), es estática.
En
el en el caso de lo bello, el placer que se siente es producido por el juego libre entre la
imaginación y el entendimiento. En el
caso de lo sublime, ¿cómo se produce el placer que se siente?, los elementos
que se relacionan son la imaginación y
la razón. El punto es que la razón, con su idea de totalidad, exige que la
imaginación entregue una intuición con forma estipulada, o sea, un objeto total.
“Lo
Bello y lo Sublime, se encuentra en lo externo de las personas, animales u
objetos, según el autor, pero en realidad, Lo Bello y lo Sublime, se encuentra
en lo profundo del ser… ¡En el Corazón!”.